Nosotros

Un oficio, una passión

Joan Pou Montalt - Fundador de la empresa

 

Empieza su carrera en el ámbito de la carpintería en 1966, a los 16 años, tras dejar un trabajo estable en una fábrica textil buscando un futuro mejor. Trabaja en varios talleres, donde se forma y aprende el oficio de la mano de grandes maestros artesanos. En 1980 decide aplicar en su propio taller la experiencia y los conocimientos adquiridos, y nace así Fusteria Pou. Transcurrido un tiempo, Piedra Natural Leiro se cruza en su trayectoria y ambas empresas empiezan a colaborar. La relación durará más de 30 años y de ella surgirán proyectos de gran envergadura que permitirán a Joan Pou demostrar su potencial como carpintero. Ejemplos de ello son la sede del campo de golf de El Brull y los hoteles «El Montanyà». Paralelamente, y hasta la actualidad, Joan Pou sigue trabajando para decoradores y particulares en proyectos de amueblamiento de pisos y casas, restauración de masías y construcción de tejados de madera y chalés.

Joan Pou Grau - Segunda generación

 

Joan Pou Grau demostró desde muy pequeño una gran vocación por el oficio de carpintero. Con tan solo tres años ya seguía a todas horas a su padre en el taller, y él supo transmitirle la pasión por el oficio. En 1992, con 14 años, finaliza los estudios primarios y se matricula en las Escuelas Profesionales Salesianas de Sarrià de Barcelona, donde estudiará durante cinco años y obtendrá el título de técnico especialista en construcción industrial de madera. Su proyecto de fin de ciclo obtuvo el primer premio en el concurso de diseño de San Sebastián que organiza el Instituto Politécnico EASO. Al finalizar los estudios, se incorpora a la empresa familiar y complementa la experiencia de su padre aportando más conocimientos y tecnología al taller y a la oficina técnica. 

Nuestro taller

Espacio de creación

La razón de ser de Fusteria Pou es crear utilizando la madera y satisfacer las expectativas de los clientes más exigentes de un modo personal y único. 

Es por ello que nos encargamos personalmente de todo el proceso productivo, y hemos preparado nuestras instalaciones para hacer frente con la máxima profesionalidad a los nuevos retos, algo que nos apasiona.

Estamos especializados en el trabajo de la madera maciza , que, por sus características naturales, requiere un cuidadoso tratamiento a fin de conseguir un producto final óptimo y duradero a lo largo de los años. 

Antes de empezar un proyecto , lo estudiamos, lo pensamos y lo dibujamos con herramientas de CAD 2D y 3D. Y en proyectos de carpintería estructural, si es necesario, construimos una maqueta de madera. Todo eso nos permite identificar los posibles puntos débiles, encontrar la mejor solución, modificar todo lo necesario y elegir el proceso constructivo que mejores resultados nos ofrezca. Y además, nos permite presentar el proyecto al cliente para adaptarlo a sus gustos y necesidades. 

Empezamos el proceso de trabajo con un gran almacén de stock de madera, donde procedemos a un primer secado de la materia prima al natural. A continuación, la madera pasa al secadero de clima electrónicamente controlado, donde es sometida a un nuevo proceso de secado a fin de conseguir el grado de humedad óptimo para trabajarla.

Nuestra nave industrial, de más de 2.000 m2, cuenta con una amplia gama de maquinaria , tanto convencional como especializada, para trabajar la madera. Gracias a ello podemos fabricar todo tipo de piezas, desde productos lineales y planos hasta piezas curvadas, alabeadas o con formas irregulares, lo que nos permite hacer frente a todo tipo de retos a nivel de proyectos, estilos y formas. 



Fabricamos todos los productos desde la base: no utilizamos productos semielaborados para llevar a cabo nuestros proyectos. Solo así podemos garantizar la calidad y la exclusividad que nos caracterizan.

 Una vez las piezas están mecanizadas, nuestro equipo de profesionales se encarga de los acabados para darles la calidez artesana que se merecen.

También en nuestras instalaciones, llevamos a cabo las tareas de barnizado, pintura, lacado, etc., en una cabina de pintura presurizada que dispone de pistolas de última generación para garantizar la máxima calidad de los acabados y la satisfacción de los gustos de nuestros clientes.

 

En Fusteria Pou prima la calidad por encima de la cantidad, y partiendo de esta premisa hemos preparado nuestras instalaciones, nuestra maquinaria y nuestros conocimientos para ofrecer el mejor producto del mercado. 

 

En Fusteria Pou la búsqueda constante de la excelencia nos lleva a estar en constante evolución.

Nuestra história

Nuestros orígenes

En 1980, Joan Pou Montalt funda Fusteria Pou con la voluntad de crear un taller donde pueda disfrutar trabajando y seguir evolucionando en el oficio de carpintero y ebanista. 

El proyecto empieza con mucha ilusión, aunque con poca maquinaria y pocos medios, en un pequeño local de la calle Curtidors de Centelles. Sin embargo, en pocos años las innumerables horas de trabajo y los grandes esfuerzos dan sus frutos y el taller crece: se adquieren nuevas máquinas y el taller se amplía a los locales adyacentes a fin de afrontar los nuevos retos que van surgiendo. 

 

La vocación de Fusteria Pou es prestar un servicio de calidad a particulares y empresas. Y es por ello que, cuando Piedra Natural Leiro propone a Joan Pou participar en proyectos de gran envergadura, él no lo duda, ya que esta colaboración le brinda la oportunidad de demostrar su capacidad y profesionalidad. Con Valentí Leiro se establecerá una relación de amistad y confianza que durará más de 30 años.

Así pues, durante los primeros años de vida del taller, se trabaja sobre todo para particulares y empiezan a llevarse a cabo algunos proyectos de mayor envergadura, como la ampliación del restaurante El Montanyà (Seva) o la restauración y rehabilitación de la masía del Estanyol (El Brull), que albergará las instalaciones de un club de golf. 

 

En 1990 se acercan los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, y con ellos, el mayor reto que haya afrontado el taller hasta el momento: construir un gran hotel en El Montanyà (Seva), donde se disputarán las pruebas olímpicas de hípica. El tiempo es muy limitado y no hay margen para prórrogas. No se puede fallar.

Fusteria Pou debe realizar un gran esfuerzo y trabajar contra reloj para conseguir lo que a primera vista parece imposible. Hay que trabajar al 200% construyendo las estructuras de los tejados, las puertas, las ventanas, otros elementos de carpintería especiales y las decoraciones interiores. Todo ello, sin perder la calidad que el cliente conoce y busca. 

 

Finalmente, se consigue terminar la obra antes de lo previsto, pero aparece un nuevo desafío que hay que superar antes de la fecha límite: la construcción de otro bloque de habitaciones. Sin embargo, una vez más Fusteria Pou alcanza el objetivo, y cuando empiezan los Juegos, ¡El Montanyà está listo para recibirlos en las mejores condiciones!


Tras los Juegos Olímpicos, Fusteria Pou regresará a la normalidad y se dedicará a la construcción de casas, a la decoración de pisos y a la producción de mobiliario para diferentes clientes. Ha llegado el momento de poder aplicar con más calma la gran experiencia acumulada durante este intenso periodo.

Sin embargo, siguiendo la filosofía de mejora continua que caracteriza a Joan Pou, hay que dar un nuevo paso adelante: la carpintería necesita aumentar el espacio de sus instalaciones para poder afrontar el futuro en las mejores condiciones. 

 

Así pues, en 1997 Fusteria Pou puede hacer realidad su sueño y trasladarse a las nuevas instalaciones de la carretera de Sant Feliu de Codines de Centelles. Este nuevo taller representa una gran ventaja competitiva, permite mejorar las condiciones de trabajo y ampliar maquinaria para poder dar servicio a la cartera de clientes de la empresa como siempre se ha hecho, pero con mayor comodidad.

Ese mismo año se incorpora a la empresa de forma permanente Joan Pou Grau, tras finalizar sus estudios como técnico en construcción industrial de madera en las Escuelas Profesionales Salesianas de Sarrià. Su incorporación dará un nuevo impulso a la empresa, tanto en el taller como en la oficina técnica, donde empezará a aplicarse el diseño asistido por ordenador CAD.

En 2002, con el nuevo taller en pleno funcionamiento, se plantea un nuevo reto: la construcción de otro hotel en El Montanyà, mucho más grande que el primero. En este proyecto, Fusteria Pou se encargará de toda la estructura de madera, la carpintería interior y el mobiliario de las 125 habitaciones, además de las suites. Una gran obra para poner a prueba las nuevas instalaciones y el nuevo equipo. Fusteria Pou participa activamente en el proceso de diseño del proyecto aportando sus conocimientos e ideas a fin de buscar soluciones a las peticiones de los técnicos de la obra.



En Fusteria Pou luchamos día tras día para innovar: estamos continuamente realizando cambios, buscando nuevos métodos, nuevos materiales, nuevos productos... Mejorar es lo que nos hace vivir. 

 

Fusteria Pou no es una empresa grande, pero sí una gran empresa. Grande en profesionalidad y en medios, una empresa que se preocupa por ofrecer un producto sostenible, de gran calidad, y que valora por encima de todo la satisfacción de sus clientes.